martes, 22 de abril de 2008

EL ESPEJO ARGENTINO



Algunas sugerencias para su uso fructífero

El propósito del espejo es que cada uno de nosotros nos reencontremos con nosotros mismos, con las cosas y motivaciones que le dan el verdadero sentido a nuestra vida.
Mucho tiempo hemos estado ausentes de nuestro yo esencial y hemos buscado el sentido de nuestra vida en falsedades. Por eso podemos haber perdido o debilitado nuestra identidad personal y nacional.
Si a usted, no le ha sucedido, siga adelante con más empeño; esta herramienta lo ayudará a fortificar el camino ya emprendido.
Pero, lo más probable es que haya cosas a corregir. Y a mejorar. Para ello sugerimos:

Mírese a los ojos un rato largo. Hágase preguntas.
Contéstese. Provóquese. Interpele a su yo.
Analice su grado de compromiso con la Argentina concreta:
Su familia, sus amigos, su trabajo, sus vecinos, su entorno, 
su pueblo o su ciudad.

Los Argentinos, usted y nosotros, ¿A qué le damos más importancia?, ¿A nuestros derechos o a nuestros deberes?, ¿Tenemos claro que si no cumplimos con nuestros deberes, mal podemos exigir nuestros derechos?, ¿Tratamos, Usted y Nosotros a los demás como nos gustaría ser tratados?.
¿Somos conciente que si coimeamos a un policía o a un empleado de la municipalidad somos tan responsables como un Ministro que se deja coimear en un contrato, en un expediente o en la renegociación de la Deuda Externa?.
¡Cada uno de nosotros es totalmente responsable según nuestra propia medida!
Además, no nos olvidemos; el que es infiel en lo poco, es infiel en lo mucho!

¡REALICEMOS NUESTRA AUTOCRITICA!

¡Estamos como estamos porque somos como somos!

¡Basta de echar la culpa a otros sin antes criticarnos y asumir nuestra propia responsabilidad!. Antes de señalar la rama en el ojo ajeno, hagámoslo con la viga en el propio.
Y otra cosa importante: no critiquemos nada antes de realizar nuestro cotidiano trabajo con esmero, profesionalidad y vocación de servicio.
Imitemos a los deportistas: siempre quieren jugar mañana mejor que ayer.
Al banquete de la vida, hemos sido invitados todos. Por eso nuestros derechos deben estar al servicio de nuestros deberes. Seremos Nación cuando así sea.


DEPENDE DE CADA UNO DE NOSOTROS